¿Te sientes triste y desganada? Muy probablemente estás sufriendo la llamada "depresión del otoño". Te explicamos por qué se produce, cuáles son sus síntomas y qué puedes hacer para superarla.
Es normal que la vuelta a la rutina y el final de las vacaciones haya ocasionado en ti un bajón moral. Pero, si eres una de esas personas que se siente especialmente triste estos días, muy probablemente estés sufriendo la llamada "depresión de otoño". Cerca de un 30% de la población española es víctima de este trastorno, también conocido como "síndrome afectivo estacional". Las víctimas más habituales, las mujeres de entre 25 y 45 años, así que... no eres tan extraña.
¿Por qué te sientes triste? El cambio de estación es el causante de tu tristeza. Pasar del verano al otoño supone grandes cambios en los hábitos de vida y estos provocan que nuestro cuerpo se desestabilice durante una temporada. Las horas de luz se reducen, el calor se convierte en frío y empieza una nueva etapa vital, con nuevas actividades y nuevos horarios.
Los síntomas más frecuentes del trastorno suelen ser la desmotivación, la sensación de tristeza y la reducción de las habituales energías. Estos síntomas pueden agravarse con problemas de concentración, irritabilidad, desórdenes alimenticios, disminución de la líbido...Todos los síntomas irán desapareciendo conforme el organismo se vaya adaptando a la nueva situación estacional.
El causante de tu tristeza y tu desmotivación es la falta de luz solar. Dependiendo de la luz solar existente, el cerebro envía órdenes a hormonas como la melatonina, que se encarga de regular el sueño, la temperatura corporal o la sensación de hambre. Nuestro cerebro produce más melatonina si se reducen las horas de luz y reduce la producción de serotonina, la hormona que nos proporciona la alegría.
¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? Esta tristeza y esta desgana irán desapareciendo a medida que tu organismo se habitúe a los nuevos hábitos pero, si quieres subir esos niveles de serotonina antes de que los síntomas desparezcan por sí solos, tu alimentación puede ayudarte.
El triptófano es un aminoácido precursor de la serotonina. Por tanto, si ingieres alimentos que contengan triptófano, tu nivel de serotonina subirá de forma natural. Este aminoácido se encuentra en el pavo, el pollo, la leche, el queso, el pescado, los huevos... Así que, revisa tu dieta, siéntete mejor y no olvides que este malestar es pasajero. :pale: