A la oscuridad, a los monstruos, a los ruidos... Un niño puede tener miedo a muchas de las cosas que nos rodean. Lo importante es saber cómo actuar si se produce esta situación.
Entre los 3 y los 6 años de edad es cuando empiezan a aparecer los primeros miedos. Esto sucede porque el niño todavía no sabe diferenciar entre el mundo real y el imaginario. Los expertos señalan que los miedos aparecen y desparecen, muchas veces, incluso sin darnos cuenta de ello. Los niños empiezan a tener miedo a la oscuridad, a los ruidos extraños, a los objetos desconocidos... Más tarde, estos temores son sustituídos por el miedo a la muerte, a los ladrones, a la guerra...
Cuando aparezcan estos miedos debes actuar de forma paciente con el niño y ante todo, tranmitirle seguridad y tranquilidad, sin dejar de escucharlo. Frases del tipo: "anda, qué tonterías dices..." no deben pronunciarse. Ante todo, debes saber que el niño vive su miedo como algo real y quitarle importancia haciéndole sentir ingenuo o infantil no ayudará en nada. Debes escucharle atentamente y transmitirle seguridad dándole algún argumento que destruya su miedo.