Si al final del día se va a su casa o a su cama con la sensación de haber ganado o perdido una batalla, y que mañana tendrá otra de resultado incierto. Si se queda sin comer o dormir más a menudo de lo que debería, presa de los compromisos o las obligaciones, algo está fallando. Algunos consejos para no vivir desbordado.
Frustración, desgaste físico y nervioso, sensación de impotencia, sofocación, ansiedad, tensión nerviosa, inquietud…. Son algunas de las características básicas del agobio, esa sensación angustiante e insidiosa de verse continuamente superado por las circunstancias y los acontecimientos.
Una persona que vive agobiada, es alguien que no sabe vivir porque no disfruta de lo que hace, se mete prisa a si misma continuamente, está preocupada por lo que va a ocurrir en vez de vivir el presente y ocuparse de ello, y que intenta llevar adelante más cosas de las que puede hacer.
¿Le suena familiar esta descripción?. Cada vez más gente se ve identificada con situaciones parecidas. La combinación de una creciente cantidad de exigencias, tareas y prisas, con unos márgenes cada vez más estrechos de tiempo, tranquilidad y energía para llevarlas a cabo, puede ser una mezcla explosiva.
Hablan los expertos
Si siente que la desazón cotidiana se ha convertido en la norma en vez de la excepción, y que sobrevive en vez de vivir, es hora de pisar el freno y analizar las causas del agobio y resolverlas
. “Hay que reemplazar la consigna de hacerlo todo y hacerlo mejor que nadie y responsabilizarse cada vez más, por las de delegar, compartir y vivir el presente sin seguir cargándose de cosas. ¡No hay que perder la cabeza por querer estar a la cabeza de todo!”, aconseja Patricia M. Maroñas, licenciada en Psicología y docente de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EDDT).
El agobio es la norma para muchas mujeres, que estudian, participan en política, trabajan a jornada completa, compiten en sus profesiones, en una actividad ya agotadora, a la que en muchos casos se suman tareas como hacer la compra, cocinar para su pareja, efectuar las tareas domésticas y criar los hijos