Hay chicas que noticia tan triste, esto apenas fue el dia de ayer 24 de Mayo, en mi pais.
El niño aún sangraba cuando el policía municipal de Nezahualcóyotl lo tomó en sus brazos para llevarlo de emergencia al hospital. El menor de cinco años de edad fue rescatado al borde del desvanecimiento luego de que le fueran extraídos los ojos.
Todo ocurrió en San Agustín, una colonia de Neza fundada hace 25 años por inmigrantes de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Guerrero, quienes atestiguaron cómo desde hace cuatro días algo extraño pasaba en el Lote 5 de la calle Graciano Sánchez, algo que le dio un giro a la vida común de esta comunidad.
En la puerta de esta vivienda yace colgadas una herradura y una estrella hechas de ramas y flores secas, producto de un matrimonio celebrado ahí dos años atrás. La madrugada del lunes pasado, al interior de esta casa, los vecinos empezaron a escuchar ritos en una lengua que ninguno entendía, con excepción de palabras como “Jesús” y “Satanás”, en voces de mujeres.
Las “alabanzas” se empezaron a escuchar a ratos más fuertes. Luego llegaba un silencio total.
Los vecinos creyeron que el rito formaba parte de cánticos por la devoción cristiana de la familia, luego escucharon cómo un hombre gritaba que le fueran entregados sus hijos. Así fue como los vecinos supusieron que se trataba de un conflicto familiar y nadie intervino.
Dos hombres salieron de esta casa la mañana del jueves dando un portazo, eran las parejas sentimentales de Ruth y Maciel, con alaridos imploraban a los vecinos una ambulancia, decían que estaban “matando” al niño hijo de Carmen dentro de la casa de don Ciro.
Elvia, una vecina, paró la patrulla, y cuando los uniformados llegaron el hallazgo fue demoledor: mujeres con ropas ensangrentadas, el niño sangrando del rostro, una mujer con los ojos en blanco, gritos, asombro y luego confusión.
A los pocos minutos elementos de la PGJEM llegaron al sitio. En la vivienda yacían bolsas de basura tiradas, muebles de madera viejos, no había imágenes religiosas de ningún tipo.
En el patio hallaron un triciclo que Martha, la abuela del menor mutilado, usaba para vender comida sobre Avenida Chimalhuacán. Don Ciro, el abuelo, llevaba años recorriendo las calles de Neza con una caja para bolear zapatos. Él y su esposa llegaron a San Agustín aproximadamente hace 20 años provenientes de Zirandaro, Guerrero.
Con el tiempo las hijas de ambos: Carmen, Ruth y Maciel, fueron conocidas como “Las Morenas”. Ellas llevaron a vivir a sus respectivas parejas a la casas de sus padres, al igual que lo hizo su hermano “Chucho” con su esposa Yesenia. Los vecinos aseguran que eran personas normales. Al menos decían “buenas tardes” a los demás.
esta es la madre